Me presento aquí

Procedo a presentarme.  Cada uno / una, por favor, lo hace en la sección de comentarios.  200 palabras o más.  Es una auto presentación en extenso; escriba en forma de párrafos.

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Soy Idelfonso Moreno.  En noviembre, Dios mediante, llego a los 61.  Quiero vivir varios otros años.  Ojalá que Dios me lo conceda.  Tengo una familia hermosa; mi esposa Yeri (maestra), mi hija Nana de 26, mi hijo Bosco de 9, Yerit del Sol de 4, y la distinguida Lucía Guadalupe, de 7 meses.  En cuestiones familiares soy muy afortunado, muy bendecido.  Trabajo para ellos.  No soy alcohólico (me tomo, a veces, dos o tres cervezas con mi esposa, en casa).   No fumo, aunque lo hice cuando tenía 23 años (por un año), hace mucho tiempo.  Fumaba cigarrillos, "tiparrillos", puros y habanos, todos de tabaco.  Pero, gracias a Dios, lo dejé en ese tiempo; es pasado.  Con orgullo, puedo decir a mis estudiantes que no estoy asociado a ningún grupo para traficar, delinquir o cometer actos ilegales.  No soy puro, ni prístino; pero pertenezco a una estirpe que ama a Dios, a la Virgen María y que cree en ángeles, y que trata de seguir sus reglas.

Me gusta ser maestro y ojalá algún día alcance la categoría de educador.  Vengo del campo, en mi esencia soy un campesino.  Anoche estuve en una obra de teatro, jocosa,  y cuando iba para allá con Yeri y Bosco, ¡fíjense de lo que hablábamos!, de conservas de Semana Santa; de marañón con pepita de marañón, de otoe con pepita de marañón, de yuca con pepita de marañón, de ñame con pepita de marañón, y seguí con otras cosas más como chicheme de corozo "colorao".  Mi esposa también aportó lo suyo:  batido de papaya verde  (primero hay que cocinar la papaya...).  Al contarles esto lo hago con el afán de decirles que mis raíces están muy metidas en el suelo, en el fondo de la tierra.  A pesar que he vivido en la Capital por casi 35 años, añoro el campo y la gente  buena de la campiña.

Desde jovencito trabajé, quizás, por esto me cuesta entender que en los tiempos actuales algunos expertos sostengan que el trabajo entre niños es dañino, perjudicial.  Pienso que hay que decir con precisión cuáles trabajos no deben ser permitidos y cuáles sí.  Lavé salones de bailes de los conocidos jardines, me tocó lavar los vasos, ser mesero o "waiter", animador de baile, "ponchador de tax", etc.  Después fui maestro, profesor, subdirector, director de colegio, supervisor, profesor universitario y cualquier otro pocotón de cosas.  Siempre he tratado de hacer las cosas con honra y con honor.  Esto lo aprendí de mi padre, que llegó a quinto grado, y de mi madre, que llegó a segundo.

Me gusta pasar desapercibido.  No disfruto el protocolo excesivo, ni el figurar.  En vez de sentarme en la mesa principal, disfruto estar muy atrás entre el público.  Tampoco disfruto la vanidad, lo baladí, lo superfluo.  Pero, disfruto muchísimas cosas.  Disfruto mi doctorado (Ph. D.) que obtuve en The Pennsylvania State University.  Esto parece un poco de vanidad, pero debo decirles que estoy titulado, lo que me acredita para facilitar el curso de "Tendencias y..."   También disfruto comidas típicas, internacionales y exóticas.  Sé muy poco de música, artes y bellas artes, pero disfruto todas las expresiones artísticas.  Soy un hombre de museos y arquitectura antigua, pero también disfruto las nuevas máquinas y tecnologías:  Cuando salió el primer metro bus allí estaba para montarlo y disfrutarlo.  Lo mismo espero cuando salga el primer metro; si hay que estar desde las 3am, allí estaré.  Siempre Dios mediante.  El día que usted encuentre Testimonio de Tesy, mi obra, léala.  Algún día sabrá de "Enlace Sinfín", también deberá leerla.  Les quiero.  En síntesis, este soy yo.

Idelfonso